jueves, 17 de diciembre de 2015

FAMILIAS DE CEREAL, tomás sánchez bellocchio (candaya 2015)

lo irracional, lo extraño, lo inesperado nutre (o irrumpe en) los relatos de bellocchio. En tiempos de crisis como el nuestro, donde los viejos paradigmas ya no sirven y los nuevos todavía están por llegar, lo irracional humano, esa parte nuestra difícil de entender y prever, se convierte en símbolo y, casi diría yo, en crítica al sistema: la razón, lo perfectamente medible y catalogable, no es capaz de explicar el mundo (y mucho menos el mundo de las relaciones humanas) totalmente. Lo realmente humano es otra cosa, esa que muestra tan bien bellocchio cuando habla de relaciones filiales, románticas o puramente eventuales. Los personajes de bellocchio son verdad, suenan a verdad, están plagados de contradicciones, manías, silencios y, sobre todo, detalles que sorprenden por la capacidad del autor para captar las pequeñas cosas. Es esa capacidad de observación (y una prosa cuidadísima) lo que más me ha gustado. Detalles elocuentes que por sí solos ya valen la lectura del relato. Recomendable: cercano a cheever en su descripción genial de las relaciones familiares, a samantha schweblin en esa atmósfera extraña e inquietante y, en ocasiones a relatos de eloy tizón en los que el conflicto, el viaje emocional del personaje (ese viaje sin el cual no existe el relato) nos es escamoteado, ocurre sin que el lector se dé cuenta, en el interior del personaje, así que asistimos impotentes a una historia oculta, interior, que solo somos capaces de intuir.  

PIZZERÍA KAMIKAZE Y OTROS RELATOS, etgar keret (siruela 2008)

Al igual que me pasó con el finlandés paasilinna, este autor israelí me venía recomendado por un par de personas y a priori debía encantarme: prosa ágil, desenfado, ironía, temas curiosos. En este caso, un conductor de autobús que quiere ser dios o un suicida que muere y acaba trabajando de pizzero en el "cielo" de los suicidas. Pero la verdad es que no me ha gustado nada, por las mismas razones que no me gustó paasilinna: personajes planos, historias que no van a ningún lado (las anécdotas se suceden, en plan "Candide" de Voltaire pero sin llegar jamás a ningún lado) y un humor que no me hace demasiada gracia. En fin, que no lo recomendaría aunque algún relato corto, como el del autobusero, es salvable.

SUMISIÓN, michel houellebecq (anagrama 2015)

Hay escritores que intentan escribir novelas y escritores que intentan escribir el mundo y les salen cosas que parecen novelas. Me interesan estos últimos. Me entretiene que me cuenten una historia, hasta en ocasiones me tranquilizan los tópicos de los géneros, pero cada vez soporto menos las novelas que huelen a novelas. Me aburren. Mucha gente me dice últimamente que ya no lee apenas novelas, que prefiere ensayos. Y los entiendo, a mí me pasa parecido: estoy cansado de las "novelas". Por eso leo novelas como "Sumisión", porque es otra cosa. Porque hay tanto de ensayo como de novela. Houellebecq quiere contarnos algo y le importa cero si su novela se parece a una novela o a un ensayo o a una distopía o a qué se parece. En nuestro idioma hay cada vez más autores que utilizan la novela para contar el mundo, que los más puristas ponen a parir y se preguntan si son o no son novelas, pero ¿a quién le importa? Hablo de gente como Isaac Rosa, Jordi Carrión, Agustín Fernández Mallo, Óscar Gual, Juan Terranova, Pola Oloixarac, Miguel Ángel Hernández y muchos más... me gusten más o menos sus propuestas, con más o menos heterodoxia, todos escriben novelas que intentan hablarnos sobre el mundo, defender unas tesis o hacernos pensar sobre unos problemas de forma muy diferente a como lo hacían los realistas del XIX. Novelas que se parecen a novelas. Como esta "Sumisión", que utiliza la novela para hablarnos de nuestra época, de sociopolítica, del fin del bipartidismo, del ascenso del islam en Francia, de radicalismos, de los prejuicios... Podría haber escrito un ensayo al respecto pero decidió hacer una novela. No importa mucho. Es genial sea lo que sea. Una novela sobria y objetiva que te hace pensar. Las novelas que se pretenden novelas son como el museo del Prado: un catálogo de artistas con grandes cualidades y obras que nos fascinan por su técnica. Las novelas que se parecen a novelas se parecen más a las obras del reina sofía: la técnica es menos importante (lo que no quiere decir que sobre) que la idea. Las obras te muestran un punto de vista novedoso, ponen en evidencia una contradicción, ironizan sobre la realidad o la ponen en entredicho. Me interesa más el váter de Duchamp que las meninas de Velázquez (admirando mucho a Velázquez). Por eso me interesa esta novela. Porque se parece a una novela y algunos dirán que apenas es una novela. Por eso intento escribir ese tipo de novelas que algunos dicen que apenas son novelas.

martes, 8 de diciembre de 2015

AHORA INTENTA DORMIR, emilio bueso (valdemar, 2015)

La antología de relatos de bueso parece una antología de subgéneros del terror. Encontramos relatos de vampiros, zombies, fantasmas, terrores lovecraftianos, asesinos pirados, hombres lobo, maldiciones, distopías, realidades paralelas e incluso el horror nada fantástico de las guerras y las dictaduras. Cada lector, como es lógico, conectará más con unos que con otros, pero en conjunto mola. Lees este libro y es como leer a todos aquellos autores que le han inspirado, pues hasta los tonos cambian y van de lo más clásico (incluso a lo Poe) a un tono hasta bukovskiano. A mí me ha recordado, por esa casi antologización de géneros y estilos, al "Let the old dreams die" del sueco Lindqvist, pero bueno, cada uno compara con sus lecturas... Mi favorito, "vecina", breve e impactante. La pega que le pongo: los excesos surrealistas en alguna ocasión. Lo desconcertante (como el relato "Abuela") me gusta, pero lo onírico no. Por suerte no es mucho. Además, la edición es genial y la portada más aún. Me encanta el mundo del pintor beksinski!

viernes, 4 de diciembre de 2015

BURDEL DE MUERTOS, carlos eugenio lópez (lengua de trapo, 2001)

El libro está compuesto por siete relatos (monólogos) bastante ácidos y escritos de una forma muy ágil. Se leen rápidamente y es difícil que no te hagan escapar una sonrisa. El problema del libro, creo yo, es que las voces se parecen y todos los monólogos siguen el mismo esquema: el autor deja hablar a sus personajes para que estos se humillen. Sus propias reflexiones, contradicciones, hipocresía, dejan en evidencia a unos seres bastante desagradables. El primero, "Unidad Familiar", es una joyita: una señora conservadora y religiosa habla sobre la familia y muestra toda la mierda de la clase alta más rancia de España. El resto son un poco lo mismo, divertidos, pero aportan poco más al conjunto.

LECHE, marina perezagua (los libros del lince, 2013)

Un libro de relatos con una prosa cuidada y algunas historias bastante impactantes, sobre todo la que da título a la obra. Marina juega al contraste entre la belleza -e incluso poesía- de la voz narrativa y las situaciones incómodas e inquietantes que nos narra. Estetización de lo cruel o lo desagradable, que en sus manos no parece cruel ni desagradable. Me ha gustado bastante.

CAPITALISMO CANALLA, césar rendueles (seix barral, 2015)

A través de novelas, relatos y poemas, el autor nos habla del capitalismo y da cuenta de su avance silencioso en nuestra sociedad, hasta convertirse en algo tan habitual como el aire que respiramos, algo que damos por sentado como si formara parte de nuestra naturaleza: nacer, crecer,consumir y morir. Su tesis podría ser que no, que el capitalismo es algo ajeno al ser humano, que nos han engañado con eso del darwinismo social y la competitividad liberal y que además es nocivo para nuestra especie. Se lee muy rápido y mola, pero me habría gustado un poco más de pedantería, de frases sentenciosas para retwitear, de tesis tendenciosas que luego yo ya decidiré si apoyo. A fin de cuentas, la objetividad es un cuento: nadie es objetivo. Quien dice ser objetivo, además de no serlo es un mentiroso. Todo pensamiento es subjetivo. Me gusta entonces que lo parezca, que muestre sin problemas de qué pie cojea. La obra se posiciona claramente en el anticapitalismo, pero le falta un poquito de "mala leche" jaja. Oye, pero está guay, es un paseo por sus páginas muy recomendable...