lunes, 20 de junio de 2016

NORTEAMÉRICA PROFUNDA, juan carlos márquez (salto de página, 2012): en este libro encontramos cinco relatos de corte muy estadounidense. Huelen a cheever, a carver, a steinbeck... y como el título indica, no es casualidad. Hay un propósito muy claro de buscar esa prosa, esos personajes y esa poética norteamericana que es, en cierto modo, nuestra cultura protésica, injertada. Los relatos están muy bien escritos y tienen esas zonas en sombra que creo que son la razón de que se estén poniendo de moda los libros de narrativa breve entre los lectores de prosa. La novela (en general) se ha convertido en el género mainstream y por lo tanto en el género medido, predecible, tópico, enquilosado... cada vez leemos menos novela porque no nos la pone dura, porque todo es tan falso y repetitivo como en el último éxito de radio-fórmula. El relato, como género menor, alejado de la prosa-fórmula, no tiene tanta servidumbre ni tantos intereses y permite hacer literatura más sincera y menos apegada al argumento, a la anécdota (verdadero motor de la prosa-fórmula): en este libro, como en muchos otros que he leído últimamente de narrativa breve, encontramos eso que he llamado antes zonas en sombra porque no sé cómo llamar y que los acerca un poco a la poesía: a sus elipsis, sus sobreentendidos, su ritmo o la sugestión por encima del sudoku argumental...

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