domingo, 29 de marzo de 2015

ASFIXIA, chuck palahniuk (2001)

es la tercera vez que leo esta novela y cada vez me parece mejor. Es muy sórdida, sexual y maleducada, pero tan bien escrita que da rabia (con frases dignas de oscar wilde después de tres días de rave y mil excesos en el cuerpo). Cínica y demoledora en su crítica a la sociedad burguesa occidental. Me fascina sobre todo el personaje de la madre, nihilista, empeñada en sacar a la gente de su "comfort zone". Es odiosa pero a la vez adoro su mensaje: no nos durmamos, la vida pasa y nosotros seguimos dormidos en nuestras rutinas... Solo hablando de los espacios donde ocurre la acción ya podemos hacernos una idea de lo que vamos a encontrar: terapias sexuales, hospitales mentales, un parque temático de la América colonial... Hace años me encargaron adaptar esta novela al teatro y junto a un equipo genial, de gente a la que admiro, la obra fue escrita, montada y estrenada por Teatres de la Generalitat en el desaparecido ALTRE ESPAI. Quitamos el patio de butacas, obligamos a los espectadores a moverse por distintos espacios del teatro (hasta la sala de ensayos se convirtió en una terapia sexual) y fue toda una experiencia. Ahora se ha puesto muy de moda este tipo de teatro formado por pequeñas piezas, pero entonces no era tan habitual y costó un poquito vender la idea. Echo de menos el teatro. Supongo que tuve que centrarme en algo y elegí la novela. Todo no se puede. Pero de tanto en tanto me entra la morriña de hacer teatro. En la novela no hay estómago encogido, no hay besos y abrazos, no hay adrenalina, no hay comunión, no hay equipo humano. La novela es onanismo. El teatro es orgía.

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